jueves, 20 de agosto de 2020

RCP en lactantes y preescolares

 RCP en lactantes y preescolares

Los síntomas a los que tenemos que estar alerta ante un niño son:

  • Pérdida de conocimiento.
  • Paro respiratorio.
  • Ausencia de signos de vida.

Los pasos de la RCP siguen una secuencia lógica para garantizar la efectividad y éxito de la técnica. Por ello no debemos por ningún motivo saltarnos ningún paso:

 

  1. Verificar el nivel de consciencia del niño. Podemos preguntar cómo se encuentra o practicarle leves sacudidas o palmadas, siempre y cuando tengamos la certeza de que no padece ninguna posible lesión en el cuello o en la cabeza debido a un accidente. Se debe observar si se mueve o emite algún ruido.
  2. Si obtenemos respuesta. Si el niño responde moviéndose o verbalmente, deberemos dejar al niño en la posición en la que lo hemos encontrado (a menos que esté expuesto a algún otro  peligro), comprobar su estado y pedir ayuda si fuera necesario.
  3. Si no obtenemos respuesta, pedir ayuda. Si el niño está inconsciente debemos pedir ayuda a alguna persona cercana. Si no hay nadie cerca no debemos dejar solo al niño.
  4. Colocar al niño boca arriba. Debemos tumbar al niño sobre una superficie dura y plana, con la cabeza boca arriba y las extremidades alineadas. Es importante evitar torcerle la cabeza y el cuello
  5. Abrir las vías respiratorias. Para la abertura de las vías respiratorias se realizará la maniobra frente-mentón destinada a facilitar la entrada de aire por la boca. Para evitar que la lengua caiga hacia atrás, debemos levantar la barbilla con la cabeza fija y con una mano. A la vez, con la otra mano inclinaremos la cabeza del niño hacia atrás empujando la frente hacia abajo con la otra mano. En caso de presencia de un cuerpo extraño visiblemente y fácilmente extraíble en la boca, se intentará retirarlo con la punta de los dedos, pero nunca deberemos realizar un barrido a ciegas de la cavidad bucal.
  6. Valorar y comprobar la respiración del niño. Debemos poner el oído cerca de la nariz y boca del niño y observar el tórax para comprobar si respira. Observaremos, escucharemos y sentiremos durante no más de 10 segundos antes de decidir si la víctima respira con normalidad. Si hay alguna duda actuaremos como si NO fuera normal.  
  7. Si respira, le colocaremos en posición lateral de seguridad (PLS) siempre que sea posible y llamaremos a urgencias hasta la llegada de los equipos asistenciales comprobando en todo momento su respiración.
  1. Si el niño no respira y estamos acompañados de otra persona, debemos indicarle que avise a emergencias. Mientras, nosotros no nos separaremos del niño e iniciaremos la respiración artificial (boca-boca). Para ello, nos colocaremos de rodillas junto a la cabeza del niño y seguiremos los siguientes pasos:

  • Abrir las vías aéreas. 
  •  Tapar la nariz del niño.
  •  Inspirar profundamente. 
  •  Colocar nuestros labios alrededor de la boca del niño (si es menor de un año podemos cubrir boca y nariz a la vez de manera que quede completamente sellada). 
  •  Hacer 5 insuflaciones de rescate (soplos) uniformes hasta comprobar que el tórax del niño se eleva. Retirar la boca para tomar aire y observar que el tórax vuelve a bajar. Entre cada insuflación debemos mantener la posición de la cabeza y las manos, pero debemos retirar la boca para facilitar la respiración.

  1. Comprobar signos de vida. Para comprobar los signos de vida deberemos observar signos de tos, movimientos y/o respiración.

  • Si presenciamos signos de vida: seguir con la ventilación boca a boca a un ritmo de 20 por minuto hasta la llegada de los servicios de asistencia comprobando en cada momento su estado de respiración y los latidos de su corazón.
  •  Si NO presenciamos signos de vida: si el niño sigue inconsciente, no respira, no se mueve o tiene mal color, son otros signos de que su corazón no late. Iniciaremos las compresiones torácicas.

  1. Realizar las compresiones torácicas. El objetivo es comprimir el tórax contra la espalda de forma rítmica para conseguir que la sangre salga del corazón y circule por el cuerpo. Colocaremos al niño boca arriba en un plano duro y con las extremidades alineadas y seguiremos estos pasos:

  •  Colocar el talón de la mano en el esternón, justo por debajo de los pezones, nunca en el extremo del esternón. En los niños menores de 1 año colocaremos 2 dedos, y en niños mayores de 8 años podemos utilizar las 2 manos.
  •  Colocar la otra mano de manera que aguante la frente un poco inclinada hacia atrás.
  •  Aplicar presión hacia abajo en el pecho del niño comprimiéndolo entre 1/3 y 1/2 de su profundidad.
  •  Hacer 30 compresiones dejando que el pecho se eleve completamente. Deberemos hacer estas compresiones de forma rápida, fuerte y sin pausa.
  • A continuación hacer 2 insuflaciones más.
  • Continuar la RCP (30 compresiones cardíacas, seguidas de 2 insuflaciones y repetir).

  1. Finalizar la RCP. Deberemos continuar combinando 30 compresiones torácicas con 2 ventilaciones hasta que: 

  • llegue la ayuda del profesional
  •  la víctima recupere la respiración efectiva
  •   estemos exhaustos

Para un entendimiento mejor aquí un vídeo:

Maniobra de Heimlich en lactantes y preescolares

 

Maniobra de Heimlich en lactantes

En el lactante el reanimador permanecerá sentado o de rodillas, colocará al lactante boca abajo, con la cabeza en posición declive respecto al pecho, sobre uno de sus brazos, apoyada sobre su regazo, para aplicarle 5 golpes en la espalda con el talón de una mano, entre las escápulas.

Si esto no fuera suficiente para hacer salir el cuerpo extraño, de la vía aérea, se aplicarán 5 compresiones torácicas con dos dedos, similares a las del masaje cardíaco, pero a diferencia de éste serán más vigorosas y lentas. Después de cada maniobra se examinará la boca por si el objeto se hubiera desplazado hasta aquí, en cuyo caso se extraerá con gran cuidado y siempre si lo tenemos perfectamente localizado visualmente.

Tanto si se encuentra el objeto como si no, debemos abrir la vía aérea, para ver, oír y sentir la respiración. Si el lactante volviera a respirar, colocarlo en posición de seguridad y vigilarlo periódicamente.

Si no respira repetir la secuencia anterior hasta que se extraiga el objeto o el lactante quede inconsciente, si es así, comenzar con Reanimación Cardiopulmonar (RCP).


Maniobra de heimlich en preescolares


En el preescolar si es pequeño puede posicionarse sobre el regazo del reanimador para aplicarle los 5 golpes en la espalda; si es mayor se aplican como en el adulto. Si esto no sirve, se actúa como en el lactante sólo que en lugar de dar las 5 compresiones torácicas se ejecutan 5 compresiones abdominales: rodeándolo por detrás (como en el adulto pero arrodillándonos a su altura), y empujando a la altura del estómago, con el puño cerrado de una mano entrelazado con la otra, en dirección hacia arriba y de delante hacia atrás.

La secuencia se repite hasta que el objeto salga y el niño respire normalmente. Si el paciente atragantado está o queda inconsciente, deberemos ponerle sobre el suelo boca arriba y, gritando pidiendo ayuda, comenzaremos con la secuencia de RCP, visualizando el interior de la boca cada vez que vayamos a realizar las insuflaciones de rescate, por si el objeto que provocó la obstrucción esté a nuestro alcance gracias a las compresiones torácicas aplicadas.


Aquí un vídeo para tener un ejemplo:


Para mas información pinche 
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Signos de asfixia en lactantes y preescolares

 Signos de asfixia en lactantes y preescolares

La asfixia o ahogo se presenta cuando alguien tiene muchos problemas para respirar debido a que alimento, un juguete u otro objeto está obstruyendo la garganta o tráquea (vías respiratorias).

Las vías respiratorias de una persona que se está asfixiando pueden estar obstruidas de manera tal que el oxígeno no llega a los pulmones. Sin oxígeno, puede presentarse daño cerebral en tan solo 4 a 6 minutos. La administración rápida de primeros auxilios para la asfixia puede salvar una vida.

Cuando un niño mayor o un adulto se está asfixiando, a menudo se agarran la garganta con la mano. Si la persona no lo hace, esté atento a estos signos de peligro:

  • Incapacidad para hablar
  • Dificultad para respirar
  • Respiración ruidosa o sonidos chillones muy agudos al inhalar
  • Tos débil e improductiva
  • Piel morada
  • Pérdida del conocimiento (sin reaccionar) si la obstrucción no se alivia


obstrucción de la vía aérea

 obstrucción de la vía aérea

El riesgo de una obstrucción en la vía aérea  en lactantes y niños es más frecuente que en el adulto, no solamente por un mayor número de procesos que conducen a ello, sino por las propias características de las estructuras anatómicas.

La obstrucción parcial o completa de la vía aérea superior por cuerpo extraño suele acontecer especialmente en niños de 6 meses a 5 años. Los productos aspirados incluyen principalmente alimentos así como pequeños juguetes.

Se suele presentar como un episodio de atragantamiento caracterizado por tos, dificultad para respirar y coloración morada.

  • Obstrucción leve o incompleta: el niño o lactante tiene una tos fuerte o eficaz, y además puede llorar o responder a preguntas si es mayor. Hay que insistir en que siga tosiendo pues es la mejor forma de desobstruir la vía aérea.
  • Obstrucción grave o completa: la tos se convierte en débil o ineficaz, sin posibilidad de vocalizar o respirar y la coloración se vuelve azulada, se producirá asfixia severa.



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